El aislamiento acústico o insonorización lo entendemos como al conjunto de materiales, técnicas y tecnologías desarrolladas para aislar o atenuar el nivel sonoro o de ruido entre dos recintos.
Pero ¿qué es realmente el aislamiento acústico?
Cuando las ondas sonoras chocan con un obstáculo, las presiones sonoras variables que actúan sobre él hacen que éste vibre. Una parte de la energía vibratoria transportada por las ondas sonoras se transmite a través del obstáculo y pone en movimiento el aire situado del otro lado, generando sonido. Parte de la energía de las ondas sonoras se disipa dentro del mismo, reduciendo la energía irradiada al otro lado. Esto se conoce como perdidas pro trasmisión.
Las pérdidas por transmisión indican la capacidad de una pared para no transmitir las ondas sonoras. Estas pérdidas dependen sobre todo de su masa por unidad de superficie, su rigidez y el amortiguamiento en el material.
El aislamiento depende de varios factores, de ruido aéreo que se transmite a través del elemento separador, del ruido estructural que se transmite por vibraciones y de los distintos caminos indirectos del sonido a través de los paramentos, del mismo modo se ve afectado por las condiciones de absorción de los recintos tanto emisor como receptor, es decir, del tiempo de reverberación.
Para conseguir un buen aislamiento acústico son necesarios materiales que sean duros, pesados y, si es posible, flexibles. Materiales tales como plomo, hormigón, acero, , etc. son lo suficientemente rígidos y no porosos como para ser buenos aislantes.
Por lo tanto existen sistemas que combinan, materiales como yeso laminado, fibras minerales, elastómetros, que combinados de manera adecuada y formación de cámaras de aire. Obtendremos mayores valores en decibelios de aislamiento acústico, y por lo tanto una mejor insonorización de nuestro recinto.
La evaluación del aislamiento acústico, nos lleva a cuantificar que valor de ruido nos resta el elemento constructivo que separa dos recintos o espacios. Se expresa en decibelios.